viernes, 25 de diciembre de 2009

En noches como estas...

Noche buena...¿ Qué tiene de buena esta noche ?
¡ Dios, que amargura !...En noches como estas solo necesito cerrar los ojos y trasladar todos mis recuerdos hacia atrás, cuando mis hijas eran pequeñas, cuando soñaban, cuando eran inocentes...
Cuando tú me vivías, hija mía...pero desde que te fuiste, ¡ desde entonces, hija mía ! quiero pasar por la vida de puntillas, sin que nadie note que existo, sin que nadie conozca lo que dueles con tu ausencia...Ya no estás aquí, desde hace tanto tiempo, ¡ tanto...! que aún no comprendo como es posible que tu madre siga viva, no cabe tanto dolor en mi alma...ya me duele hasta respirar, el aire que penetra en mis pulmones es un aire extraño...duele, me duele tanto...
Hé cenado con tus hermanos y tus sobrinos...¡ mis nietos ! a esos niños que tú no llegaste a conocer...La pequeña Elena y el pequeño Alejandro...¿ Sabes que sin haberte conocido te profesan un profundo amor...?
¡ Ay hija mía, cuanto te extraño en noches como estas...! aunque cada día de mi vida siento que no estás aquí, fisicamente, en noches como estas ¡ me quiero morir...!
Hija de mi alma, vida mía, cariño, mi preciosa hija Elena, en noches como estas necesito cerrar los ojos y sentir lo que no puedo vivir, sentirme llena de ti, como si estuviera gestandote, como si aún no te hubiera parido a la vida, sentirte dentro de mi...y soñar, soñar, soñar contigo...
¡ Ay...! En noches como estas...

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