Hace tanto tiempo que no hablo conmigo que casi no me conozco... Hoy que vuelvo a encontrarme, estoy convencida de que me echaba de menos...
Me he dicho que no debo tener miedo, aunque vea que el trabajo se me escurre y se me acaba la estabilidad. Probablemente con ese cambio podré tener nuevos diálogos conmigo...
Y es que el miedo cuando se pega a la carne hace que te eleves por encima de todos los problemas. La vida me ha demostrado que las adversidades te hacen crecer por dentro, allí donde nadie nos ve. Aunque por fuera, por el exterior, parezcas hundida, te das cuenta de que lo que no abarcas con tus manos lo consigues en tus sueños e intentas alcanzar todo aquello que se esconde a tus ojos y a tu vida material...
¡¡¡Cuánto me echaba de menos!!!
sábado, 28 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario